Abraham Barchilon: «Es un error mezclar religión y política»

"¿Cree usted en el término «Guerra Santa»?
"Básicamente opino que los medios de comunicación han mediatizado mal el conflicto. No estamos ante un problema religioso, sino de tipo político. La coalición internacional contempla países de todas las religiones: musulmanes, cristianos, judíos, ateos. La cuestión es que se ha perpetrado un atentado contra la vida de unas personas. Ha habido una confusión entre el derecho terrenal y el derecho divino. Se han juntado los términos, cuando no hay que mezclarlos. Mezclar religión y política es como un cóctel molotov.

"Como judío, ¿en qué forma le afecta la actual tensión internacional?
"Usted tiene una tendencia a confundir nacionalidad, política y religión, cuando "y lo repito" tendrían que ser cosas totalmente separadas. Yo soy español de toda la vida y también judío. Es como si me preguntara: A usted, cristiano, ¿cómo le ha afectado la tragedia? No hay que confundir los términos. Y los medios de comunicación han contribuido a crear esta identificación entre dos conceptos distintos.

"¿Tiene usted amigos musulmanes?
"Sí, claro. He tenido muchos, y nos hemos llevado estupendamente.

"¿Cree que la solución al problema que está sucediendo pasa por una redefinición del Estado israelí?
"Los actos terroristas no salieron de Israel. Los problemas vinieron de un país hundido en la ignorancia y la pobreza. La comunidad judía no tiene por qué tener que cargar con una responsabilidad ante lo sucedido.

"¿Cómo reaccionó al ver el atentado del 11-S a las Torres Gemelas?
"Al ver los hechos se me pusieron los pelos de punta. Pensar que por antojo de un individuo podían morir miles de personas me pareció una atrocidad. Lo repudio. Ningun acto violento tiene justificación.

"¿Cómo cree que ha afectado la crisis a la comunidad judía balear?
"No lo sé. Primero, porque desconozco la opinión «oficial» de la comunidad judía en Balears.

"Usted dice que no es un problema religioso. Pero yo he hablado con algunos musulmanes y ellos opinan lo contrario...
"Respeto esa opinión, pero no la comparto en absoluto. Es un problema de violencia, que está más allá de una connotación religiosa.

"¿Cree que la respuesta de EE UU ha sido la correcta?
"Entiendo, hasta un cierto punto, las medidas que se han tomado. Comprendo que el mundo occidental se defienda. Y no hay que confundir tampoco el término occidental geográfico como aquel que indica un modo de vida democrático, un estilo de vida. Supongo que a usted no le gusta que se atente contra su forma de vida. Y si Estados Unidos ha recibido el apoyo de tantos países es porque no se puede poner en peligro la democracia, la libertad. Creo que se han tomado unas iniciativas pensadas por nuestros dirigentes, que sin duda buscan lo mejor para nosotros.

"De la situación actual, ¿qué le parece lo más preocupante?
"Como ya he apuntado, el cóctel entre lo religioso y lo terrenal induce a la exacerbación. Tendríamos que ser capaces de garantizar un estado de justicia, democracia y libertad en el que todas las religiones pudieran convivir en paz. Yo estoy convencido de que perdurará, a fin de todo, la cordura, la ley y la sensatez. Al final, es siempre lo que triunfa. No querrá usted pasearse en un mundo donde no esté garantizada la seguridad personal y su forma de vida. Creo que en el futuro el gran problema será cómo desengachar a las nuevas generaciones del odio, del rencor, de la intransigencia, del terror.

"Seamos más optimistas. Háblenos un poco del Día del Perdón, o Yon Kippur, que celebran cada año todos los judíos...
"El Yon Kippur es una expiación de los pecados. Se pasa un día en ayunas por los pecados o malas acciones cometidas. Su fecha es variable, ya que nuestro calendario es lunar.

"¿Pertenece a algunas asociación judía en la Isla?
"Soy socio de ARCA legado judío, un departamento de ARCA destinado a la recuperación del legado hebreo en la Isla, que es mucho. Hemos realizado visitas guiadas a la calle del Temple. Es una experiencia y una actividad muy constructiva. En Mallorca hubo, en el pasado, intransigencia contra los judíos. Pero no fue intransigencia cristiana, sino de unas personas determinadas.