La demarcación de Balears del Col·legi d'Enginyers de Camins,
Canals i Ports ha presentado una declaración en la que se muestra a
favor de que Palma cuente con un segundo cinturón.
En el documento se señala que «la situación actual, aun
suponiendo un improbable estancamiento del parque automovilístico,
ya justifica desde todos los puntos de vista la absoluta necesidad
de contar con un segundo cinturón que, situado de forma
relativamente paralela a la Vía de Cintura, recoja con suficiente
capacidad todos los tráficos de tránsito y comunicación periférica
sin necesidad de llegar a ésta», indica.
Según destaca la declaración, con la construcción del resto del
segundo cinturón, entre la autopista de Inca y la carretera de
Valldemossa, se producirían los siguientes efectos: detracción del
tráfico en la Vía de Cintura, disminución de las longitudes de los
trayectos, descongestión de enlaces y entradas en Palma, existencia
de alternativas en casos de accidentes, ahorro de combustible y
mejora de accesibilidad a las zonas periféricas.
Todo ello supondría «una mayor calidad de vida para todos los
conductores en el área de Palma y en particular para los habitantes
y trabajadores de las áreas periféricas», añade, y concluye: «Es
muy urgente la redacción de una modificación puntual del Plan
Director Sectorial de Carreteras de las Illes Balears que pueda
grafiar la zona de reserva que impida la construcción en su
interior y garantice la posibilidad del proyecto futuro».
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