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La ocupación en los establecimientos turísticos propiedad de las cadenas hoteleras de Balears, entre ellas Barceló y Sol Meliá, ha llegado a caer hasta un 30 por ciento desde el ataque terrorista del pasado 11 de septiembre contra Estados Unidos. Esta situación es calificada por representantes de estas cadenas como «muy preocupante».

El copresidente ejecutivo del grupo Barceló, Simón Pedro Barceló afirma en los hoteles de Estados Unidos «la ocupación media ha pasado del 70 al 40 por ciento en nuestro establecimiento de Washington. Lo mismo sucede en nuestros hoteles de Centroamérica, donde los niveles de ocupación se sitúa en estos momentos en un 50 por ciento, cuando por estas mismas fechas el pasado año la ocupación media superaba el 70 por ciento».

Para el vicepresidente ejecutivo de Sol Meliá, Sebastián Escarrer, «la gran incertidumbre que hay en estos momentos a nivel internacional afecta de manera especial a los destinos de larga distancia y aquellos establecimientos que operan con el mercado americano y canadiense».

Sol Meliá, en este sentido, se ha visto obligada, por la baja demanda, a cerrar parte de sus instalaciones en algunos hoteles caribeños, caso del Meliá Cohiba, donde ha cerrado 11 plantas y realizado un ajuste de personal hasta que se solvente la actual crisis.

El presidente del grupo Piñero, Pablo Piñero, comenta que sus establecimientos en la Riviera Maya y República Dominicana se mantienen gracias al turismo nacional y de mercados que no son ni el americano ni canadiense, «se nota una incidencia negativa en el turismo procedente de Estados Unidos y Canadá por todo lo que ha pasado».