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El Senado italiano aprobó el pasado miércoles la creación de una tasa sobre los servicios hoteleros a los ciudadanos, muy similar al impuesto turístico sobre alojamientos turísticos (ecotasa) aprobada por el Govern. La tasa italiana no podrá superar los dos euros por turista y día y tendrá que ser recaudada por los hoteleros. El fondo será finalista y será utilizado para restaurar el patrimonio histórico artístico. El Gobierno italiano tiene seis meses para convertir en ley la recomendación del Senado.

La reacción del sector turístico también ha sido muy similar a la que se ha apreciado en Balears. La prensa italiana, que se ha hecho eco de esta iniciativa legislativa, recoge la reacción airada de los hoteleros. «Una propuesta anacrónica e inaceptable», indica en «Italia Oggi» Bernabo Bocca, presidente de la Federalbergo. Bocca se refiere más adelante a la crisis mundial y a la pérdida de competitividad de Italia respecto a otros destinos turísticos. «Los hoteleros se rebelan», es el expresivo subtítulo del diario «La República».

El objetivo del impuesto es la obtención de recursos adicionales para las ciudades más ricas desde el punto de vista artístico con la finalidad de financiar la recuperación de los bienes culturales. La medida, según explica el diario «Italia Oggi», que introduce una tasa de pernoctación para los turistas, será tan sólo aplicable en los municipios clasificados como «città d'arte», los cuales serán identificados por un decreto del Ministerio italiano de Bienes y Actividades Culturales. Los municipios que reciban esta clasificación serán autorizados a crear una tasa sobre los servicios hoteleros hasta un máximo de dos euros por día. Los fondos recaudados serán entregados a los ayuntamientos para financiar la recuperación y la restauración de los bienes culturales públicos y privados o para la promoción de la actividad cultural.

Según Leonardo Domenici, síndico de Florencia y uno de los principales promotores de la iniciativa, afirma que «es injusto cargar sobre los residentes el coste de los servicios destinados a visitantes». Las patronales Ma Fipe y Confcommercio mantienen que el turismo deja mucha riqueza en el territorio y afirman que la tasa servirá para convertir en menos competitivas las ciudades italianas frente a otros destinos turísticos.