La empresa pública Servei Balear de la Salut (Serbasa), que a
partir del 1 de enero de 2002 asume una gran parte de las
competencias de la actual Dirección Territorial del Insalud, pasará
a denominarse «IB-Salut» y ocupará las instalaciones del organismo
estatal en la calle Reina Esclarmunda de Palma. Juli Fuster, actual
gerente del Serbasa, ocupará la gerencia de la nueva empresa
pública que contará con una dirección de planificación asistencial
que coordinará la atención primaria, atención especializada,
urgencias, atención sociosanitaria y el área de salud mental.
El organigrama de funcionamiento se completa con un área
económicofinanciera, área de gestión y una secretaría general.
Además de contar con una unidad de atención al usuario, una unidad
de informática y su gabinete técnico. Aunque las competencias
sanitarias no se asumen hasta el día 1 de enero de 2002, Juli
Fuster reconoce que «hemos empezado a trabajar en el nuevo
organigrama desde hace meses. No se trata de asumir las
competencias de un día para otro, es un trabajo largo y laborioso»
que pasa desde el decidir la nueva denominación de la empresa
pública a la elección del anagrama y la creación del nuevo
organigrama.
De hecho incluso ya se ha hecho un análisis de los recursos
existentes actualmente tanto en primaria como los recursos
hospitalarios, combinado con estudios poblacionales, para saber si
los recursos son suficientes o insuficientes. Fuster apunta que
incluso «hemos elaborado un mapa de lo que podría ser la estructura
a la que nos gustaría llegar», aunque matiza que «no será una
remodelación inmediata», comenta Fuster. «Entendemos que asumimos
unas competencias sanitarias que cuentan con unos profesionales
magníficos, pero que las inversiones han sido escasas no sólo en
obras sino también en recursos humanos. Primaria está muy saturada
y los hospitales necesitan una puesta a punto», explica el
gerente.
En el futuro mapa sanitario de las Islas se incluye la
construcción de los hospitales de Inca (Mallorca) y Maó (Menorca),
tal y como afirma Fuster, «ambos hospitales son imprescindibles. El
proyecto del hospital de Maó ya está adjudicado, aunque tenemos
previsto hablar con los arquitectos con el fin de estudiar la
posibilidad de introducir alguna modificación». Por lo que hace
referencia al hospital de Inca, el proyecto de construcción todavía
no ha sido adjudicado «y nosotros ya hemos manifestado que no
estamos de acuerdo con el mismo. Las urgencias son pequeñas»
comenta Fuster y añade que «entendemos que podremos hablar con los
arquitectos e incluir las modificaciones pertinentes».
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