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C.MORENO/J.M.S./C.V./T.O. La mayoría de salones recreativos de Inca ayer estaban actualizando sus máquinas a la nueva moneda. Un proceso que, según el técnico Joan Busquets, ya hace meses que se va preparando. Los encargados de las salas recreativas comentaban que los principales problemas que se han encontrado a lo largo del día ha sido de falta de cambio y la adaptación del monedero de las máquinas.

Francisco Montes es el encargado de una sala recreativa de Inca que ayer explicaba que aún no han adaptado sus máquinas: «Es pronto para el euro; supongo que en unos quince o veinte días habremos adaptado el salón». En otros dos salones, ayer los técnicos ya trabajaron para adaptarse a la moneda. El técnico Joan Busquets comentaba que el mes de marzo llegaron las nuevas cajas, pero algunas de ellas no funcionan. «Además, el hecho que cada máquina tenga un sistema de funcionamiento dificulta más las cosas», afirmaba Busquets.

Los encargados explicaban que las únicas variaciones de precio han sido en las máquinas del tipo A, es decir, las tragaperras. «Ahora una partida cuesta 20 céntimos, pero también el valor de los premios es mayor», manifestaba Ramon. En los bares de Manacor, donde hay más de una máquina de juego, se ha establecido la posibilidad de jugar en euros o en pesetas aunque en varios negocios la falta de moneda ha provocado que no se haya adaptado.

Un problema añadido con el que se encuentran casi todos los propietarios de bares y restaurantes es la adaptación al euro de teléfonos o máquinas de tabaco. El proceso es caro y no se sabe cuándo será el mejor momento para realizar el cambio y que las máquinas sigan siendo productivas. Toni Mayans, de la empresa de máquinas recreativas de Farbau de Palma, cree que hasta finales de mes no se habrá actualizado toda la flota de máquinas de la empresa a la nueva moneda. «Será un proceso lento porque no hay monedas en el mercado para jugar». Mayans añadió que «la adaptación es complicada y cara, sobre todo, en máquinas antiguas.