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JULIÀN AGUIRRE Los más jóvenes se han adaptado perfectamente al euro. La mayoría comenzó el año con euros en el bolsillo, incluso algunos recibieron de regalo un euromonedero, pero sólo lo pusieron en circulación una vez terminadas las últimas pesetillas. Algunas han sido las anécdotas que han surgido, entre los jóvenes. Jóvenes como María Isabel, Marga, Cati y Elena, un grupo de chicas de edades comprendidas entre los 14 y 15 años, encuentran que algunos empresarios han redondeado a la alza los precios. Ellas encuentran, por ejemplo, que las chucherías han subido y que a la hora de entregar el dinero o hacer el cambio, hay equivocaciones en las devoluciones.

Cambio que no siempre es favorable para el cliente, pues como no se ande con ojo, se puede perder unas monedas. Incluso algunos jóvenes fueron previsores y para que no hubiera confusiones realizaron las compras de Reyes antes de la entrada en circulación del euro. En lo que sí coinciden el cien por cien de los entrevistados es en haberse guardado alguna moneda o billete en pesetas para el recuerdo, incluso como María José, tiene un billete de mil pesetas enmarcado y colgado en su habitación, junto a la foto del cantante Raúl.

Camino de unos grandes almacenes encontramos un grupo de jóvenes, Antonio Moreno, David Vargas, Pedro Hiniesto, Manolo Bosch y David Sierra andaban dirección a gastarse algunos euros, para comprar los regalos de Reyes. En sus monederos y billeteras sólo tienen la nueva moneda, confiesan que ya no utilizan la peseta y que se manejan estupendamente con el euro. Aseguran que en casa ellos entienden mejor el euro que los mayores y que da pena perder la peseta pero que la moneda única puede ser una buena manera de salir por toda Europa y no tener problemas con el cambio. Así pues, los más jóvenes parecen tener ganas de descubrir rincones de Europa y viajar con la nueva moneda pagando todo en euros.

Milagros González, Raquel Vila y Lorena también realizan todas sus operaciones en euro. Han encontrado una subida en todos los precios. No han tenido ningún problema en su incorporación a la nueva moneda y tampoco a la hora de realizar algunas operaciones más complejas. Anecdóticamente cuentan que en familia ya juegan a los dados o a las cartas pagando en euros. Por otro lado, Milagros -añade«hay más calderilla en el monedero». Otros jóvenes, Borja Salvat y Borja Tolosa, de 15 y 14 años de edad, respectivamente, también se mueven con el euro desde el primer día, eso sí, han guardado algunas monedas en pesetas y confiesan que no tienen ningún problema en hacer los cálculos de memoria y pasar euros a pesetas o viceversa.

En definitiva, que los más jóvenes han comenzado el año con los euros en los bolsillos y que no han tenido ningún pequeño problema para realizar sus compras con la nueva moneda. Mañana inician las clases tras las fiestas navideñas y a buen seguro que el tema de conversación en aulas, pasillos y recreos será el mismo: el euro. Quizás caiga algún que otro examen donde la pregunta será, ¿valor del euro... en pesetas? Pero esa pregunta ya está más que superada.