A fuego lento

Después de la cena, a base de pa amb oli, algunos de los presentes acicaló sus pipas para ponerlas a punto para el concurso. Un total de 16 participantes, 3 mujeres y 13 hombres, compitieron por un objetivo concreto: aguantar el máximo tiempo con la pipa encendida. Para ello, el jurado les facilitó tres gramos de tabaco, un atacador y dos únicas cerillas. Los concursantes tenían cinco minutos para cargar su pipa y un minuto para encenderla. A partir de ese tiempo, comenzaba la cuenta atrás para averiguar quién sería el ganador de esta modalidad pipera.

La concentración era un elemento imprescindible para estos fumadores, que debían preparar con esmero su herramienta para conseguir un mayor tiempo de duración. Cada uno tenía sus trucos. Muchos espolvoreaban y separaban cuidadosamente el tabaco; otros lo apretaba bien en la cámara de la pipa, y algunos lo calentaban sutilmente. «Bien apretado es como un brasero, no tiene por qué apagarse», ésta era la frase más repetida durante toda la velada; un símil que no muchos pudieron lograr.

Después de muchas bajas, algunas durante los primeros minutos del concurso, se pudo despejar la incógnita. Baltasar Marqués, presidente de Pipa Club Mallorca, se proclamó vencedor con un tiempo máximo de 46 minutos, seguido de Joan Bonet, legendario fabricante artesanal de pipas, y Gabriel Caimari. La ganadora femenina fue Vicenta Vila. Este encuentro de piperos estuvo amenizado por las divertidas glosas entre Joan Planissi y Antoni Socias. Estos dos glosadores de reconocido prestigio en la Isla fueron presentados por Felip Munar, profesor de la Universitat de les Illes Balears. Al conocer el veredicto, estos dos artistas de la palabra improvisada dedicaron una glosa al vencedor.

Mujeres contra lo convencional
La sociedad sigue calificando las aficiones según el sexo de sus seguidores. Algunas personas se atreven a romper estos convencionalismos y apuestan por la igualdad. Es el ejemplo de las tres mujeres que se presentaron en la noche del jueves al concurso de fumada en pipa lenta. Vicenta Vila, Mª Rosa Marqués y Catalina Colom fueron las piperas, que convencieron a los presentes de la capacidad femenina para esta afición y dejaron en muy buen lugar a las mujeres en este ámbito.