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La inversión pública que se va a realizar a cabo en los próximos años en las Islas ascenderá a 375 millones de euros (62.000 millones de pesetas), según anunció ayer el vicepresidente del Govern, Pere Sampol. La ejecución de las inversiones, «no admiten demora de ahí que esta propuesta no es un Pla Mirall cualquiera para embellecer o hacer campaña electoral, sino que son obras prioritarias que se contratarán este año y a lo largo de 2003. El objetivo de estas inversiones son paliar los efectos que puedan derivarse de las moratorias urbanísticas, sobre las cuales tiene que haber un acuerdo entre la moratoria del Consell Insular de Mallorca y la del Govern».

Sampol puntualizó que el objetivo de propiciar estas inversiones públicas «son frenar la inversión privada, ya que la prioridad es proteger el territorio, tanto en la costa como en suelo rústico, y administrar el crecimiento. Los constructores y el Govern no comparten la misma visión de por dónde irá e futuro, de ahí que estamos intentando transmitir información a los sectores económicos para que vean hacia dónde nos encaminamos después de constatar que seguimos creciendo a un ritmo demasiado acelerado, en especial en el sector de la construcción».

El desglose de obras previstas para el período 2002-2003, según dió a conocer ayer el vicepresidente del Govern, son: el plan de desarrollo local en los municipios del Objetivo 2 con fondos europeos que ascenderá a 25 millones de euros, el tren de Inca a Manacor, el desdoblamiento de la carretera de Manacor y el recinto ferial con una licitación que rondará los 30 millones de euros. También están incluidas las obras del hospital de Inca, el plan de Vivienda con una inversión de 25 millones de euros, otros 12 millones previstos para nuevos centros educativos y las reparaciones por el temporal que ya han comenzado además de los planes de Obres y Serveis y los planes de carreteras del Consell Insular de Mallorca.

En cuanto al crecimiento urbanístico, afirmó que «tenemos que poder modularlo de manera que si hay un crecimiento previsto para 10 o 15 años en los planeamientos municipales no tenemos que consumirlo en dos o tres». Respecto a las moratorias urbanísticas se mostró partidario de modificar algunos aspectos de las normas cautelares sin renunciar a los objetivos de proteger el suelo rústico y evitar el crecimiento demasiado rápido de lo que prevén los planeamientos municipales, «lo prioritario son estos objetivos, lo secundario es quién toma los acuerdos y cuáles se toman».