Pese al retraso de las obras, apenas se ven trabajadores en el tramo entre Can Blau y Son Ferriol. Foto: CLICK.

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PEDRO PRIETO/M.B. Medio día de ayer, martes, las obras de desdoblamiento de la carretera de Manacor, en el tramo comprendido entre Son Llàtzer y Can Blau, están prácticamente abandonadas. Tan solo vemos a tres obreros trabajando a pie de obra y a un cuarto, allanando la tierra con una pala. Descubrimos a otros dos más, pero ¡no! Son de otra obra: están haciendo la pared de un casa. Así, pues, cuatro obreros para cerca de dos kilómetros de obra. La situación no es accidental. El pasado lunes, lo mismo. En los días laborables de las pasadas semanas, también. No extraña que el desdoblamiento dure tanto tiempo. Quienes a diario pasan por allí, donde apenas se ven a unos pocos trabajando, dicen que llevan meses así.

Se decía de Gabriel Cañellas, en materia de grandes obras, que se le caían los puentes. Pues bien, de Antich podríamos decir que los obreros se le van de vacaciones. Fuentes autorizadas de la Conselleria d'Obres Públiques han indicado que posiblemente la falta de personal se deba al pasado periodo vacacional pese a que ya han pasado dos semanas de enero. Las mismas fuentes indicaron que no hay ninguna situación problemática en especial y que la obra está dentro de plazo. Está previsto que la actuación esté acabada antes del inicio del verano.

Las empresas constructoras, Sato y Baseosa, solicitaron meses atrás una prórroga de medio año para solventar supuestos imprevistos aparecidos durante la ejecución de la obra, como es el traslado de determinados servicios (tuberías y cableado). El desdoblamiento de Son Ferriol, de apenas dos kilómetros, junto a las variantes de Capdepera y Vilafranca, fueron adjudicadas por 1.243 millones de pesetas.