La Sección Montada durante el magnífico carrusel que efectuó a dos tandas con cambios. Foto:T.AYUGA.

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El público abrarrotó las dependencias de la Sección Montada de la Policía Local de Palma en Bellver donde se celebró la tradicional exhibición ecuestre de las fiestas de Sant Sebastiá. La magnífica cuadra municipal de caballos de pura raza con sus jinetes fue protagonista indiscutible y acaparó durante todo el rato muchos aplausos.

El acto estuvo presidido por el alcalde de Palma, Joan Fageda, interviniendo como speaker el oficial de la Sección Montada, Angel García. Abrió el espectáculo en la modalidad doma el potro Nativo, montado por Lorenzo Sebastián. En la misma modalidad participaron los ejemplares Jaramago, Olmo y Bolero. A continuación saltó el poni mascota de la Sección Montada, Trempat, quien acaparó la atención y sonrisas de los niños y muchos mayores.

El número estrella de la mañana fue el carrusel en el que intervinieron caballos de pura raza mallorquina y española como son Calabruix, Nativo, Bolero, Jaramago, Olmo, Yugoeslavo, Dobló y Agost, montados respectivamente por Andrés Vázquez, Lorenzo Sebastián, Rafael Seguí, María Fiol, Pep Lladó, Rafael Molina, Otilio Javaloyas, y Pedro Mir. Su actuación resultó muy sincronizada en las dos tandas efectuadas con muchos cambios. efectuadas con muchos cambios.

Acabado el carrusel fueron cedidos a la Sección Montada por parte de la Asociación de Criadores y Propietarios de Caballos de Pura Raza Mallorquina los potros de dos años Icaro y Cascabell. La entrega la realizaron el presidente de dicha asociación, Llorenç Payeras y el criador, Toni Sureda, de Son Macià, en presencia del alcalde de Palma, Joan Fageda y el oficial, Angel García.

La emoción vendría en el número final protagonizado por el jinete Pep Lladó, en la exhibición de volteo en la que intervino con el ejemplar Dobló guiado por el preparador Angel Terrón. La puesta a punto de este jinete se hizo notar, así como su técnica en el equilibrio en las distintas piruetas que arrancaron excalamciones de asombro y sobre todo muchos aplausos. Y es que «la Montada» por su prestigio, goza del aprecio de los mallorquines y la afición en general.