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JUAN MIGUEL LÓPEZ
En torno a un centenar de personas se concentraron ayer frente a la Delegación del Gobierno en Palma para manifestarse contra la Ley de Extranjería, que el pasado día 23 cumplió el primer aniversario de su vigencia. Convocados por la Plataforma por la Democracia y por la Globalización Social, los manifestantes protagonizaron por espacio de una hora una concentración en la que leyeron un manifiesto «por los derechos humanos, la derogación de la Ley de Extranjería y la regularización de los inmigrantes».

El acto, que se desarrolló en todo momento de forma pacífica, contó con la presencia del conseller de Treball i Formació, Eberhard Grosske; de la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló; de la consellera de Benestar Social, Fernanda Caro; así como de otros representantes progresistas baleares como Cecili Buele, del PSM; y Jordi López, EU-Els Verds. Los concentrados portaron una pancarta con el lema: «No a la Llei d'Estrangeria, Plataforma per la Democràcia» y pronunciaron un manifiesto frente a la sede de la Delegación del Gobierno en el que denunciaron que la Ley de Extranjería produce desigualdad «de derechos fundamentales entre ciudadanos e inmigrantes».