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El popular grupo de teatro y animación infantil«Cucorba» cumple sus bodas de plata. Sus entusiastas componentes, los murers Francesc Aguiló, Gabriel Gamundí y Jeroni Cerdó, a pesar de los años transcurridos, siguen con el mismo entusiasmo que cuando «nacieron» artísticamente el día 4 de enero de 1977 representando en su ciudad natal la obra teatral de las Rondaies mallorquinas En Joanet des flabiol. Los tres venían haciendo teatro con otras compañías y en el año mencionado decidieron probar en el campo del teatro infantil con dos presencias básicas en el espectáculo: la música y las rondaies. Hasta la fecha han grabado ocho discos y contabilizado más de 2.600 representaciones, que han llevado a cabo mayoritariamente en Mallorca, las demás Islas Balears y Cataluña.

Xisco explicó que «la motivación principal ha sido llevar el entretenimiento a los niños. Las representaciones las hemos llevado a cabo en distintos teatros, plazas de pueblos, escuelas, polideportivos e incluso en lugares tan insólitos como un piso de 80 metros cuadrados». Los componentes subrayaron que «nos decidimos por la animación infantil al resultar breves las representaciones teatrales que hacíamos en las fiestas patronales de muchas localidades. Cuando acabábamos, cantábamos una serie de canciones populares en las que podían integrarse plenamente los pequeños. En 1981 apostamos por los espectáculos de animación infantil, independientemente de las obras de teatro. En estos momentos, esta faceta nuestra es la más popular y conocida por el público y los niños, aunque no hemos olvidado la referente al teatro».

Van a «celebrar» su 25 aniversario con la edición del último disco Prou de mollor; representando el espectáculo «25 anys Antologia. Vols fer de Cucorba amb Cucorba?» que acabamos de ofrecer en el Teatre Municipal, que llevaremos a los distintos teatros de la Isla durante el 2002 y, por último, estamos trabajando en la edición de un libro que recogerá la letra, partitura y un guión pedagógico que contendrá las canciones con más posibilidades lúdicas de nuestro repertorio».

Los grandes difusores de la canción En Joan petit quan ballatienen como objetivos: la utilidad del teatro como vehículo de aprendizaje de la propia lengua; la búsqueda de la risa inteligente, aquella que es capaz de despertar la curiosidad del niño y la invitación a la participación de los pequeños, además de la reivindicación de la dignidad del teatro infantil. Lo mejor de los tres es que se entregan totalmente a su actuación, olvidándose de los problemas personales apenas pisan los distintos escenarios.