Un momento del «correfoc» celebrado ayer en es Born. FOTO:C.VIERA

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El fuego fue ayer el protagonista de Sant Sebastià. Un espectacular correfoc cerró las fiestas organizadas por el Ajuntament para celebrar el patrón de Palma. Unas fiestas que se habían iniciado el pasado 12 de enero y que han contado con todo tipo de actividades lúdicas y culturales. El correfoc se inició con cierto retraso y si algo hay que criticar fue la lentitud del desfile, que hizo que se prolongara durante más de una hora y media. Todo lo demás fue excelente. Desfilaron, por este orden, los Dimonis d'Albopàs, seguidos de los valencianos de Massalfassar (Alicante), los invitados de este desfile. Acto seguido iba el Corb de Sant Nofre, los Dimonis de Sant Joan, la Marranxa d'Alaró y sus dimonis. Fueron los de Alaró los que más llamaron la atención y gustaron al público. En especial su Marranxa, que lanzó mucho fuego.

El desfile empezó en la Avinguda d'Antoni Maura para ir por es Born hasta Joan Carles I. Allí hubo una sorpresa cuando de una de las calles aparecieron dos grandes demonios de fuego que sorprendieron a los asistentes. Tras dar una vuelta a la plaza, volvieron hacia es Born, donde tiraron las últimas carretillas para dar por concluida la fiesta.

El correfoc fue seguido por numeroso público, tímido en un principio y que, poco a poco, se fue animando a participar en la fiesta. Pues un correfoc no es sólo un desfile para contemplar, hay que participar, vivir con intensidad la emoción del fuego, que nos remite a los ancestros de nuestra cultura.