Los cambios de dirección de los accesos al colegio Madre Alberta
aprobados por el Ajuntament de Palma han provocado malestar entre
las familias directamente afectadas, alrededor de cuarenta, según
reconoció ayer el presidente del APA, Pedro Castro, si bien matizó
que la asociación como tal no tiene ninguna postura oficial al
respecto.
La novedad consiste en la eliminación de la doble dirección de
una calle pequeña, Son Garrit, por la que accedían al centro las
familias que vienen de la zona de Son Rapinya, a las que ahora se
obliga a subir hasta Gènova y dar la vuelta, «lo que nos hace
perder 20 minutos y nos obliga a tomar la autovía», critica una
afectada.
«Ese cambio supone una molestia y por eso tenemos pendiente una
reunión con la Policía Local que está dispuesta a explicar las
razones, y en la que estudiaremos la posibilidad de tomar alguna
medida alternativas, como la colocación de un Acire, por ejemplo»,
añadió Castro.
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