TW
0

Es tiempo de flor, será tiempo de almendra. De tronco de madera dura, de flores blancas o rosadas, el almendro florece temprano, pero es efímero en su belleza. El almendro es uno de los árboles característicos del paisaje de la Isla, es el más genuino. Unos lo utilizan para promocionarse, otros para inspirarse, pero la mayoría para endulzarse. Existen más de 30 variedades y aparecen ahora, a finales de enero, a principios de febrero. Nos «nieva» los campos y nos hace más bucólicos, sobre todo por las comarcas del sur o sureste, con menos intensidad por las del Pla y del Raiguer, y con presencia casi nula en la Serra de Tramuntana.

No hay duda, Mallorca es bella, pero más aún con la flor del almendro. Nos pondremos com una ametla, podemos ser l'amo de ses ametles o puede hacer un dia com una metla. ¡Qué bonita es la flor del almendro! ¡Qué buena es la semilla del almendro! El gató, el torró, la llet de Santa Maria, el gelat, el plàtan amb bessons, las ametles torrades y el menjar blanc. Cuanto valor nutritivo, ¡y lo que se usa en la industria farmacéutica, para cosméticos, y para bebidas...! Está la almendra vivot, el menut, el jordi, la poteta, la fita mollar y la verdereta.
Pasto de la belleza, nuestro agro revive en estos días y se alza orgulloso. Anualmente lo vivimos, pero no dejamos de disfrutarlo, y es que el florecimiento del almendro, con su luz especial, despierta hasta el espíritu menos sensible, hasta el cortocircuito poético de la sinrazón. Los hay que sólo nos visitan para ver este espectáculo, para ver una flor que es tan bella como la primavera, pero tan puntual como el invierno. ¿Qué espectáculo más hermoso que éste nos depara la naturaleza de Mallorca? Los flores caerán, pero el aroma perdurará.