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Nuestros paisanos lo están pasando mal
Me parece muy bien que el otro día, en el pleno del Ajuntament de Palma, a instancias de la oposición "creo que de IU y Els Verds" se asignara una cantidad de dinero a los damnificados de Nigeria; me parece fantástico que Obrador siga luchando desde Mallorca contra los problemas que acucian a los habitantes de la zona de los Grandes Lagos; aunque no sé qué beneficio vamos a sacar de la movida de Porto Alegre, no veo mal que vaya Fernanda Caro a ver qué pasa; y hasta me parece fantástico que el Ajuntament se gaste cerca de 40 kilos para traer «Operación triunfo» a Palma, y que el día de sa Rua coloque unos teléfonos para que el público la vote y gane. Pero, tal vez por todo ello, me sorprende enormemente el manfutismo de quien corresponda hacia los problemas que están padeciendo los mallorquines, menorquines e ibicencos de Argentina, que entre nativos y descendientes son un montón. ¡Miles! Y muchos en situación precaria, sin dinero ni medicinas, y algunos bastante enfermos. Por una parte me parece muy bien que el Govern "vía fax, teléfono o e-mail" les haya hecho saber que les va a mandar dinero "ahora, desde luego no, pues iría a parar al corralito", aunque con ese dinero, diez millones, no se solucione nada (ni con mucho más). Pero por otra no me lo parece tanto porque, aparte de anunciarles que les van a mandar dinero, nadie con mando en plaza haya ido allí a ver cómo están y qué necesitan. ¿Que por qué no me parece bien? Porque no estamos hablando de extraños, sino de gente de aquí, que allí sigue hablando nuestra lengua, hermanos, primos amigos o conocidos.