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La época de Carnaval trae consigo disfraces y máscaras, algo que también parecen aplicarse las dulces ensaïmades mallorquinas, popularmente denominadas de tallades. En casi todos los hornos y pastelerías de Mallorca llevan elaborando esta especialidad desde hace dos semanas, pero sus ventan aumentarán precisamente el día de hoy por ser el Dijous Llarder.

Llegada esta fecha, la gastronomía mallorquina que precede al miércoles de ceniza conlleva la degustación de la ensaïmada lisa con tajadas de sobrasada y calabazate y la elaboración de la greixonera de carassa, elaborada con huevos, y la papada y oreja del cerdo, aromatizada con herba-sana, algunos trocitos de sobrassada y especias. Un trabajo arduo y artesano, por el que los más jóvenes decantan elaborarlo, y por ser también un auténtico festival de colesterol. Ello no resta que en algunas localidades de la part forana lo elaboren algunas expertas madones.

Así pues, la ensaïmada sigue en candelero, según afirmó María Ribas, de la pastelería Can Rado de la Soledat. Nosotros no dejamos de hacerlas durante todo el año, pues es una de nuestras especialidades y solemos ser generosos con las tajadas de sobrassada y calabazate que les ponemos. Estos últimos días tienen mucha demanda por celebrarse el Carnaval, pero sin duda hoy batiremos un récord por ser Dijous Llarder, una costumbre muy arraigada entre los mallorquines por estas fechas.