Varias parejas bailan durante la competición.

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Con una puntualidad casi inusual, el Trofeo Platinium de baile deportivo dio comienzo a las dos y media de la tarde de ayer. Y con una sincronización casi perfecta, fueron saliendo a la pista del polideportivo La Salle los participantes de acuerdo a su especialidad: Standard, primero; Latino, después; y a sus categorías: E, D y C, y a sus edades, sénior, adulto, juvenil y júnior, concluyendo, por todo ello, también a la hora prevista: pasadas las siete. ¿Público? Posiblemente más de quinientas personas, lo cual puede considerarse como una cifra bastante alta.

Antes que nada, diremos que dicho trofeo, basado en la competición de baile de salón, es puntuable en el ránking nacional en todas las especialidades Standard y Latino para las categorías más arriba citadas, y que dicho evento ha sido evaluado por cinco jueces "uno de ellos juez de pasos, que es quien controla, sobre todo en las E y D, si los bailarines respetan las figuras básicas", sorteados por la Asociación Española de Baile Deportivo de Competición. En cuanto al número de parejas participantes, fueron, aproximadamente, unas cien, pertenecientes a los clubs Victory, Nas y Anfitrión, más otras nueve que llegaron desde Manresa, de la mano de Albert Mota y Joana Subirana, que dan clases a los profesores de baile del Platinium, lo que le dio mayor importancia.

Salió a bailar, en primer lugar, la categoría más baja, o categoría E, en sus modalidades de sénior, juvenil, júnior y adulto, bailando cada una de ellas el vals inglés, tango europeo y quick-step, y en la final, además, el vals vienés. Seguiría la D, con los mismos bailes más el Slow Fox, en la final. Y concluiría la C, que los bailarían todos. Entraría, a continuación, en lo que podría ser la segunda parte, el Latino, tal vez más espectacular que el Standard en cuanto a ritmo, en el que las parejas participantes bailarían cha-cha-cha, samba, rumba y jive, además del pasodoble, la categoría más alta. ¿El nivel? Pues a lo que vimos, y en líneas generales, muy bueno. En cuanto a la edad de los bailarines, el más joven, cuatro años, el más veterano, 55.