Eran, minuto más minuto menos, las once y media de la noche del
nueve de agosto de 1995 cuando se recibió en la redacción de
Ultima Hora una llamada telefónica convocando una
rueda de prensa «a las doce de la noche en la Delegación del
Gobierno». Allí estuvimos todos los representantes de los medios de
comunicación de la Isla. En teoría, ninguno sabíamos de qué iba la
noticia, aunque dábamos por supuesto que tenía que ser algo muy
importante. En aquella época todavía no funcionaban los móviles con
la asiduidad de hoy, pero algunos procuramos hacer alguna que otra
llamada antes de acudir a la cita. Lo cierto es que lo único que
pudimos sacar era que el asunto iba de ETA. Pasadas las once y
media de la noche apareció en la sala el entonces director general
de la Policía, Miguel Àngel Olivares, junto al delegado del
Gobierno, Gerard García, y el jefe superior, Francisco
Casillas.
Olivares dijo que se había detenido a tres integrantes de ETA:
Juan José Rego Vidal, su hijo, Iñaki, y Jorge García Sertutxa.
Añadió que los servicios de información españoles habían tenido
noticias de los franceses de que el pasado 14 de julio el barco 'La
Belle Pool' había zarpado de Niza con rumbo a Mallorca, quedando
atracado tres días después en el Port d'Alcúdia. El director
general no concretó cuál era el objetivo del periplo de los tres
etarras y dijo que hacía una hora que se había detenido e Rego en
el Port d'Alcúdia, y que los GEOS habían entrado en un apartamento
de la calle Rafaletes, en Palma, donde estaban Sertutxa e Iñaki
Rego.
El apartamento estaba «a tiro» de la dársena donde estaba
atracado el yate «Fortuna», utilizado casi a diario por el rey Juan
Carlos durante su estancia veraniega en Mallorca, y aparte de
documentos se intervino un rifle con mira telescópica. Tras salir
de la Delegación del Gobierno y escribir la noticia nos fuimos
directamente a la calle Rafaletes, donde el juez Garzón acababa de
llegar para dirigir el registro en el apartamento. Recuerdo que el
día siguiente, por la mañana, el juez fue fotografiado cuando
pasaba por delante del Palacio de la Prensa y se dirigía a pie, con
el jefe superior y sus colaboradores, al Capuccino del Passeig
Marítim para tomar un café.
En los días posteriores las noticias se fueron clarificando
tanto a nivel policial como después de la Fiscalía. Supimos
también, y los escribimos, de datos «curiosos». Por ejemplo, el
piso de la calle Rafaletes fue alquilado a nombre de una persona
residente en Cádiz que había fallecido hacía años, lo que dejaba en
mal lugar a los responsables de preparar la seguridad de la Familia
Real durante sus vacaciones. Precisamente hoy se inicia en la
Audiencia Nacional el primer juicio contra José Javier Arizkuren
Ruiz, «Kantauri», a quien se considera el 'cerebro' del intento de
atentado en la Isla. En otoño de 1993 «Kantauri» entró en contacto
con Juan José Rego Vidal, a quien propuso «la posibilidad de llevar
a cabo un atentado contra el Rey».
En los años posteriores el magnicidio se fue concretando y en
julio de 1995 «Kantauri» presentó a Rego a Jorge García Sertutxa,
que iba a ser el encargado de disparar. El 15 de julio el comando
se desplazó a Mallorca y, según la Fiscalía, entre finales de este
mes y principios de agosto, García Sertutxa «tuvo bajo el punto de
tiro de su rifle al Rey en tres ocasiones», aunque no disparó
porque no tenía asegurada la huida. Los tres etarras detenidos en
Mallorca fueron condenados el 21 de julio de 1997 a 109 años de
prisión por la Audiencia Nacional.
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