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El GOB alertó ayer del riesgo de que no se llegue a aprobar la ley de cupos debido tanto a la oposición de UM como a un sector del PSOE, según el dirigente de la organización ecologista Miquel Àngel March. El GOB considera «un mal síntoma» el retraso en la aprobación de este texto pactado entre UM y PSOE con la condición de que el Govern retirara su moratoria y la reforma de las Directrices de Ordenación del Territorio. Poco después de este pacto bilateral entre UM y PSOE, los socialistas llegaron también a otro acuerdo bilateral para que esta ley fijara un límite de crecimiento del 1 por ciento y para que se presentara en un plazo de 15 días. Un mes y medio después, la ley no se ha aprobado lo que, a juicio de March, es un «mal síntoma».

Para el representante de la asociación ecologista, a ley de cupos debe ser un cambio trascendental en esta legislatura, de la misma forma que en su día lo fueron la Ley de Espacios Naturales o las Directrices de Ordenación del Territorio. «Si no se marca el ritmo, todo el suelo urbano y urbanizable que queda se agotará en poco tiempo», dijo March. Tras conocer las declaraciones de la organización ecologista, el president del Govern, Francesc Antich, negó que existan divisiones en el PSOE en esta cuestión y afirmó que los socialistas están «firmes» para que se cumpla este compromiso.

El president señaló que también UM está a favor de la aprobación de esta ley y anunció que, una vez que el conseller d'Obres Públiques, Francesc Quetglas, ya tiene el borrador, el texto comenzará a negociarse de inmediato con los demás partidos políticos. «Se sigue trabajando para que sea una realidad cuanto antes», aseguró Antich. El president del Govern reiteró que el paso siguiente será ahora mantener reuniones entre las distintas formaciones políticas para mantener el consenso y, a partir de ahí, aprobar la ley sin más dilación.