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Unos 25.000 turistas alemanes han llegado hasta la fecha a la Isla por el puerto de Palma, al venir desde su país en autobús y utilizar el transporte de la naviera Trasmediterránea para trasladarles desde el puerto de Barcelona al de Palma. A estos hay que sumar unos 5.000 turistas franceses, que hacen lo propio desde diferentes localidades galas, según el delegado de la naviera en Balears, Jesús Àlvarez.

El impacto de los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre, provocó una caída en picado de las reservas aéreas por el miedo a volar, pero no así en el transporte naviero, de ahí que se mantenga el mismo flujo de tráfico que en años anteriores, aunque en este invierno 2001-2002 se ha apreciado un ligero aumento al haberse organizado en Alemania y Francia viajes en autobús a Mallorca y utilizar el superferry «Fortuny» y el fastferry «Milenium» de la Trasmediterránea para llegar a la Isla.

Agencias minoristas especializadas en este tipo de viajes han visto cómo aumentaba el número de viajes de este tipo, dado que al venir con autobús propio pueden realizar las excursiones por la Isla con guías locales y el receptivo de agencias minoristas mallorquinas también especializadas en este producto vacacional. El paquete turístico conlleva el alojamiento en hoteles de tres estrellas de la Platja de Palma y Calvià (Santa Ponça). El puerto de Palma, como consecuencia de este movimiento turístico, ha visto cómo las cifras de pasajeros durante este invierno no han tenido un bajón espectacular, manteniéndose los niveles de otros ejercicios en cuanto al flujo turístico.

El aumento de autobuses de transporte discrecional alemanes ha propiciado que las excursiones tradicionales existentes en las Islas hayan mantenido una actividad normal este invierno, ya que hay que sumar a esto las que organizan las agencias para el turismo social y Mundo Social para los turistas del Imserso. Al margen de esta actividad comercial que beneficia a la oferta complementaria de la Isla, un factor importante a tener en cuenta es el impacto que este movimiento de turistas ha tenido en la ocupación de pequeños y medianos hoteles de la bahía de Palma, dado que muchos de ellos están logrando salvar el invierno con este tipo de turista, que en un elevado porcentaje se trata de personas mayores (turismo social) que aprovechan las ofertas que realizan agencias de viajes alemanes para venir a la Isla en autobús.