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Los servicios de inspección urbanística del Consell de Mallora abrieron el año pasado un total de 121 expedientes por obras ilegales tanto en suelo urbano como en suelo rústico. Más de la mitad de estos expedientes, exactamente 63, corresponden a obras ilegales en suelo rústico; 34 expedientes más son obras ilegales en suelo urbano y 4 más, en suelo urbanizable. En suelo rústico protegido, el Consell abrió expedientes por indisciplina urbanística a 15 personas. El número de expedientes por indisciplina urbanística se mantiene más o menos estable con respecto al año anterior. En 2000, los servicios de inspección del Consell abrieron un total de 128 expedientes, lo que significa que, durante 2001, la detección de indisciplinas urbanísticas disminuyó un 5'4 por ciento.

Sin embargo, a pesar de este ligero descenso del año anterior, el aumento en la apertura de expedientes ha sido constante desde 1997. Ese año, el departamento inspector del Consell abrió un total de 71 expedientes. En 1998, los servicios de vigilancia del Consell abrieron 93 expedientes y, un año más tarde, el número de diligencias abiertas sumó 97. Por lo tanto, con respecto a 1997, el Consell abrió el año pasado un 70 por ciento más de expedientes.

El president de la Comissió Insular d'Urbanisme del Consell de Mallorca, Antoni Pascual, aseguró que este aumento de expedientes se debe al incremento en el número de inspectores, que ha pasado de dos a cinco. Pascual también señaló que el descenso responde a la progresiva concienciación ciudadana en materia urbanística, así como el importante volumen de las multas que se imponen cuando se descubre una infracción. En cualquier caso, el responsable de Urbanisme del Consell recalcó que la disciplina urbanística se trata de una competencia estrictamente municipal.