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«El cambio climático ya ha comenzado y provocará una radicalización de los fenómenos meteorológicos en las Islas, es decir, la posibilidad de que se produzcan temporales más intensos y que suframos etapas de sequía más extremas es bastante elevada». Partiendo de esta premisa, y con motivo del Día Meteorológico Mundial, la dirección provincial en Balears del Instituto Nacional de Meteorología organizó una mesa redonda bajo el epígrafe de «Reducción de la vulnerabilidad a los fenómenos climáticos extremos» en la sede de es Pinaret.

Según apuntó Agustí Jansà, director del centro situado en Portopí, «lo primero que hace falta para reducir la vulnerabilidad de la sociedad respecto a los fenómenos atmosféricos es conocerlos bien».

Es por eso que a la mesa redonda estaban convocados los responsables de protección civil de la Conselleria de Interior y de la Delegación de Gobierno, Emilio Medina y Rafael Rus respectivamente; Joan Puig, delegado en Balears del Consorcio de Compensación de Seguros; Miquel Grimalt, profesor de Geografía de la UIB especializado en geografía de riesgo y Antoni Riera, profesor de Economía especializado en temas de medio ambiente.

La conclusión principal de los convocados es que, aunque no se puedan evitar los fenómenos meteorológicos extremos, sí que se puede trabajar para que sus efectos sean lo menos perjudiciales posibles para la sociedad civil.

Los expertos recordaron que hace dos años tuvo lugar en las Islas la sequía más extrema de los últimos 50 años y el temporal del pasado mes de noviembre hechos ambos que, a su parecer, confirman las vulnerabilidad de las Islas. «Si somos vulnerables tiene sentido entrar a analizar la forma en la que podemos reducir sus efectos», señaló Agustí Jansà.

Durante el acto de ayer el Instituto Meteorológico de Balears homenajeó a sus colaboradores Antoni Jaume Vidal de Pollença, Esteve Ribas Cladera de Santa Margalida, Joana Cardona Escanero de Maó y Cosme Mestre Vallbona de Santanyí.