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El puerto de Palma recibió ayer por vez primera al nuevo buque «ropax» Murillo, que realizó su viaje inaugural en la línea Palma-Valencia, saliendo a las 12.00 horas para llegar a las 19.00 horas. Esta unidad rápida navega a 23 nudos de velocidad y fue entregada a Trasmediterránea el pasado día 14. Su concepción refleja la nueva filosofía de la naviera, tendente a dar prioridad al transporte de carga rodada, pero manteniendo un elevado nivel de confort en la acomodación para los pasajeros.

Nada más franqueada la pasarela, llama la atención una escalera mecánica que nos conduce al vestíbulo de donde parte una galería ajardinada, decorada con cuadros de tema marítimo. Parece un pequeño buque de cruceros, pero puede transportar 2.196 metros lineales de carga (1.900 para camiones y 396 para coches). Circunstancia que ha determinado la inclusión a bordo de un salón exclusivo para los transportistas.

Los pasajeros, hasta 546 y los que viajan con turismo particular, disponen de camarotes de clase preferente en forma se suites y también de butacas de alto confort, junto a acogedoras estancias decoradas en tonos cálidos y acabados en madera con numerosas pinturas. Un pub de estilo náutico con la talla de un tradicional mascarón de figura femenina destaca sobre la barra del bar, en forma de proa. En la misma cubierta se encuentra el autoservicio, un salón de estar con espectaculares vistas sobre la proa y la tienda.

Este buque ha sido construido por los astilleros Izar de Sevilla con un coste de 63'1 millones de euros y mide 180 metros de eslora por 24'3 de manga y 6'5 de calado.