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Ayer sí que se pudo decir aquello de que están todos los que son y son todos los que están. Al menos de los que están en Palma, de vacaciones. Porque en la mañana de ayer se pasearon por el Real Club Náutico los Reyes, el príncipe don Felipe, los duques de Palma y sus dos hijos. Es decir, dos más "el Rey y Urdangarín" de los que estuvieron en la víspera.

Cuando el duque de Palma lo depositó en el suelo, Juan Valentín, mirando a los fotógrafos y cámaras que tenía en frente, dijo: «¡Foto, foto...!». Mientras tanto, su madre, la infanta Cristina, llevaba de la mano al "de momento" benjamín de la familia, Pablo. Iban caminando, sin prisas, sobre el pantalán, hacia donde estaba amarrado el barco del Príncipe, hacia donde iban ya Urdangarín y Juan Valentín. Al pasar por delante de nosotros, la Infanta, sonriendo, nos dijo: «Hoy no se quejarán, eh, pues más lentos no hemos podido ir».

En la distancia, entre velas, cables y cabezas, vimos cómo Urdangarín «pasaba» a Pablo al Príncipe, de pie en la cubierta del «CAM». La Familia Real viajará el martes a Londres para festejar con él el cumpleaños de Rostropovich.