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Con muy buen criterio, los médicos suelen recomendarnos que tomemos muy poca sal. Un exceso de la misma puede provocar que aumente nuestra tensión arterial, que aumente nuestra sed o que aumenten... las manchas de color blancuzco que, desde hace unos días, pueden observarse en el cauce de sa Riera.

El director-gerente de EMAYA, Arturo Cadenas, explicó ayer que las manchas son debidas a las sales "carbonato cálcico y cloruro sódico" que se encuentran en el agua que fluye por sa Riera, proveniente de la potabilizadora de Son Tugores. «Estas manchas aparecen cuando empieza a hacer calor», dijo.

EMAYA vertirá más agua en sa Riera, con una menor concentración de carbonato cálcico. Las manchas desaparecerán, aunque, debido a la falta de sal, proliferarán plantas verdes en el fondo. ¿Y cómo se eliminarán estas plantas? Pues poniendo... carbonato cálcico en el agua. Paradójica solución, que, en cierta forma, resulta muy graciosa, es decir, muy «salada».