La zona de la calle Aragón superó a finales del año pasado los
76.000 habitantes y se confirmó, de esta manera, como la segunda
«ciudad» de Balears, tan sólo por detrás del resto de Palma, según
cifras del área de Población de Cort. Eso se ha producido gracias a
que en los últimos cuatro años ha visto crecer su número de
habitantes en 6.268 personas. Es decir, desde el 1 de enero de 1998
hasta el 1 de enero de 2002 las catorce barriadas adyacentes a la
calle Aragón han visto crecer su población una media de un 8'97 por
ciento, a un ritmo de más de 1.500 personas anuales. Durante los
últimos cuatro años las barriadas limítrofes con la calle Aragón
han asimilado a una población equivalente, en cantidad, a la de
Artà, Muro o Santo Llorenç y anualmente ven aumentar el número de
habitantes en cifras equivalentes a la población de Sant Joan o
Valldemossa.
Las barriadas de los alrededores de la calle Aragón que más han
crecido, porcentualmente, durante los últimos cuatro años han sido
las que comprenden el principio de la calle, es Mercat (que ha
crecido un 17'64 por ciento) y Marquès de la Fontsanta (que lo ha
hecho en un 15'11 por ciento); Son Cladera (que ha crecido un 14'57
por ciento), y Hostalets (que lo ha hecho en un 9'87 por ciento),
Son Fortesa Sud (que ha visto crecer su población en un 9'64 por
ciento) y Pere Garau (que ha crecido un 9'23 por ciento).
Por contra, las barriadas de Palma que menos han crecido han
sido Son Rul·lan (que ha sido el único que ha perdido habitantes,
en un 10'45 por ciento), Son Fortesa Nord (que ha crecido un 0'4
por ciento), Mare de Déu de Lluc (que se ha incrementado un 0'9 por
ciento), Can Capes (que lo ha hecho en un 3'39 por ciento), Son
Canals (que ha crecido un 7'39 por ciento), Rafal Vell (que ha
visto crecer su población en un 7'47 por ciento), es Viver (que ha
crecido un 8'06 por ciento) y Son Gotleu (que lo ha hecho en un
8'08 por ciento). Así, las barriadas más pobladas de la zona son
Pere Garau, es Rafal Vell, Son Gotleu, Marquès de la Fontsanta, es
Viver y Son Canals. Las seis barriadas superan, por sí solas, la
barrera de los 5.000 habitantes, y tienen en total unos 60.000
habitantes.
El crecimiento poblacional registrado en la zona alta de la
calle Aragón, entre el edificio de la CAEB y la barriada de Virgen
de Lluc, derivado del gran aumento de la actividad constructiva en
estos espacios, está empezando a provocar graves problemas de
servicios tanto en los barrios de nueva construcción como en los ya
existentes. Los terrenos que todavía quedaban sin construir en
aquello que un tiempo fueron las posesiones de Son Fuster y Son
Rul·lan se han convertido en inmuebles para residentes. Las
consecuencias de la llegada de los nuevos habitantes "más de dos
mil personas durante los últimos cinco años, a falta que se ocupen
las nuevas viviendas que todavía están en construcción" ha
repercutido sobre barriadas tan tradicionales como ahora es
Viver.
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