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Mark Knopfler, posiblemente uno de los mejores guitarristas del mundo, y en su estilo el mejor, descansa en Mallorca desde el lunes. Y aunque en el establecimiento en el que se hospeda con su familia juran y perjuran que «aquí no está», es cierto que en las tres noches que se encuentra en la Isla ha cenado en los restaurantes del hotel. Es más, alguien que coincidió con él en el comedor nos estuvo comentando que algunos se le acercaron a que le firmara discos, cosa que hizo con gusto.

Y les diré más: Mark, que lució cinta en el pelo cuando tenía melena y posteriormente, a medida que iba perdiendo el poco que le quedaba, se lo dejaba largo a fin de tapar entradas, va a ahora con el pelo corto y se oculta tras gafas oscuras. Y es que está claro que el rockero y guitarrista, que antes de ser famoso se ganaba la vida como periodista de temas musicales en un diario de Leeds, quiere no sólo estar tranquilo, sino vivir sin sobresaltos sabiendo que un periodista le espera a la vuelta del camino dispuesto a soltarle un aluvión de preguntas o, simplemente, preguntarle por qué Dire Straits, desde hace años, no saca un disco.

Mark dio los primeros pasos en la música con The Duolian String Picker, un dúo que formó con su amigo Steve Philips, cantante y guitarrista de blues. Se fue a vivir a Londres, donde por espacio de una corta temporada formó parte de Brewer's Droop. Con su hermano David creó el grupo Cafe Racers, y más tarde, con él, John Illsley y Pick Whiters formó la mítica banda Dire Straits, con la que llegó a vender más de cien millones de discos en todo el mundo, entre los que destacan «Brothers in Arms», «Communique», «Alchemy», «Making Movies». En solitario ha grabado bandas sonoras para, por ejemplo, «Local Hero», «Cal» y «Wah the dog». Pues bienvenido a Mallorca, Mark.