José Amaya, que el martes presentó su dimisión como presidente del
poblado de Son Riera -popularmente conocido como Son Banya-, ha
pedido protección policial al Ajuntament de Palma por «las amenazas
de muerte que ha recibido él y su familia por parte de las familias
que trafican con droga en el poblado». Según denunció en
Ultima Hora Radio, «esperaba una reacción del
pueblo, que defendiera sus intereses. Todo el mundo quiere sus
casas y sus trabajos sin mover un dedo. Ven que quieren matarme y
nadie abre la boca», afirmó.
El conflicto ha surgido a raíz del cambio de presidente en Son
Banya, cargo que recaerá en Gabriel Cortés, partidario de no
respetar el acuerdo firmado en su día entre el Ajuntament de Palma,
el Ibavi y Son Banya para el realojo de 50 familias no vinculadas
con el tráfico de drogas y, de esta forma, comenzar a desmantelar
progresivamente el poblado. «Quiero mantener una reunión con Cort y
el Ibavi a puerta cerrada. Si no lo hacen así, entenderé que
colaboran con el terrorismo», añadió. Amaya decidió abandonar su
cargo como presidente de Son Banya por motivos de salud, cargo que
ocupaba desde 1999.
Amaya tendrá la protección más adecuada
Antoni Nadal, concejal de Acción Social en el Ajuntament de Palma,
ofreció a través de Ultima Hora Radio protección
policial a José Amaya y a su familia por las amenazas de muerte que
afirma haber recibido el que fuera presidente de Son Banya durante
dos años. Nadal asegura que se trata de un punto que se escapa de
sus competencias, pero ha asegurado que se pondrá «en contacto con
la Policía Local y Nacional para establecer el sistema de
protección más adecuado a su caso». No obstante, Nadal no piensa
echar atrás el proyecto de realojo de 50 familias. Considera que
«no hay motivos suficientes para cambiar de política» y añade que
«ninguna de las familias beneficiarias se ha puesto en contacto con
el Ajuntament para rechazar la oferta».
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