Las fuerzas progresistas atacaron ayer con virulencia al verde Joan
Buades por su voto en contra a la cuestión de confianza presentada
por Pilar Costa en el Consell Insular d'Eivissa i Formentera.
Mientras Pilar Costa cree que Buades antepone sus intereses
personales al proyecto progresista, Grosske sostiene que el
dirigente verde ha cometido un error fundamental. La presidenta del
Consell, Pilar Costa, considera que la cuestión de confianza
vinculada a la aprobación de los presupuestos votada el jueves en
pleno extraordinario sirvió para dejar claro dónde se sitúan
políticamente el conseller del grupo mixto Joan Buades y Els Verds:
«La votación marcaba la pauta de definir si uno está a la derecha,
con el PP, o a la izquierda, con los progresistas».
Ayer, en el día después, Costa confesó que el jueves tenía la
esperanza de que Buades se abstuviera en la votación, después de
haberle insinuado en varias ocasiones durante el pleno la
posibilidad de retomar el diálogo con otro talante en caso de que
se pudiera pasar el trance de la cuestión de confianza sin el
trauma de un rechazo de la mayoría de los consellers: «Después de
las diferentes intervenciones, confiaba en su abstención porque
creía que le habría convencido el mensaje que desde el equipo de
Gobierno le lanzamos de que queríamos la confianza de nuestros
aliados naturales, que han sido siempre Els Verds. Desde ayer [por
el jueves] se ha marcado un punto de inflexión».
Lo que más «entristece» a la presidenta del Consell es ver «cómo
hay personas o grupos que anteponen sus intereses partidistas,
incluso personales por encima de un proyecto común». La paradoja de
la situación creada tras la pérdida de la cuestión de confianza es
que en un mes, si PP y Buades no se ponen de acuerdo para presentar
una moción de censura, los presupuestos se aprobarán
automáticamente y, posteriormente, los progresistas podrían incluir
modificaciones de crédito para incorporar aquellos proyectos que
proponían Els Verds y que el Pacte comparte: «No lo descartamos,
porque muchas de las propuestas que hacían Els Verds las
compartíamos, aunque no siempre hay dinero para todo lo que
queremos».
En relación a este asunto, el coordinador general de Esquerra
Unida en Balears, Eberhard Grosske, aseguró ayer que con su voto en
contra a la cuestión de confianza presentada por Pilar Costa «el
conseller Joan Buades y Els Verds d'Eivissa han cometido un error
fundamental, un error muy grave». Grosske cree que la actuación de
Buades «forma parte de una estrategia de intentar crecer sobre las
ruinas de los otro.
Por su parte, el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas,
aseguró que son los responsables del PP en las Pitiusas los que han
de estudiar si presentan una moción de censura contra Pilar Costa.
Matas aseguró que asiste con «preocupación» ante los posibles
efectos negativos que puede tener sobre los intereses de los
pitiusos el hecho de contar «con un gobierno que no gobierna y una
presidenta que no es capaz de tener la confianza de su propio
equipo de gobierno».
Por otro lado, el president Antich cree que la derrota de la
presidenta del Consell «no ha cambiado» la estabilidad del Pacte de
Progrés.
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