La jornada reunió a un centenar de voluntarios de diversos cuerpos de Protección Civil.

TW
0

Actúan en casos de emergencia y la retirada de los cerca de 80.000 árboles que siguen en el suelo desde el temporal de noviembre es ya una urgencia si se quiere evitar que con la llegada del calor se conviertan en focos de plagas e incendios. Más de un centenar de voluntarios de diversos cuerpos de Protección Civil de la Isla se pusieron ayer manos a la obra en la ardua tarea de retirar los árboles caídos por el temporal de noviembre en la zona del Coll Baix, en Alcúdia, y el Puig de Maria, en Pollença.

Los voluntarios se encontraron, a primera hora de la mañana, en la Victòria y desde allí se dirigieron a la zona del Coll Baix, una de las más afectadas. «Aquí hay trabajo para dos años», señaló uno de los voluntarios que ayer colaboró en la retirada de pinos. De manera simultánea, también se realizaron trabajos en la zona del Puig de Maria.

El de ayer fue el primer encuentro de los miembros de Protección Civil. Está previsto que se celebren otros dos en Artà y Son Servera. Els consellers de Medi Ambient i Interior, Margalida Rosselló i Josep Maria Costa, respectivamente, se desplazaron hasta las zonas de trabajo. Allí, Costa quiso reconocer públicamente el esfuerzo de todos los voluntarios y destacó que «con actuaciones así contribuyen a avanzar en los trabajos de rehabilitación y recuperación de los daños ocasionados por el temporal del pasado mes de noviembre».

Precisamente, la semana pasada se hizo público que Medi Ambient todavía no ha retirado unos 83.000 pinos caídos con el temporal de noviembre y que la Conselleria ampliaba hasta el próximo mes de noviembre el plazo para retirarlos.

La jornada finalizó, en el Puig de Maria, con una comida multitudinaria de una gran paella elaborada por el director general de Interior, Antoni Torres.