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La Autoritat Portuària mantendrá por el momento el proyecto del Moll Vell, a la espera del estudio de las alegaciones presentadas tras la exposición pública del proyecto. A pesar del rechazo del Consell de Mallorca y del Ajuntament de Palma a la propuesta de ampliación del Moll Vell, los responsables de la Autoritat Portuària recuerdan que, en todo caso, se trata de informes no vinculantes, especialmente en el caso de la institución insular. Un portavoz de la institución indicó también que el proyecto presentado al Consell y al Ajuntament está aún en fase de aprobación inicial. Hasta el momento en que se lleve a cabo la exposición definitiva, la Autoritat Portuària tendrá tiempo para estudiar si introduce o no alguna modificación.

En la Autoritat Portuària recuerdan que el mecanismo para conseguir la aprobación definitiva del proyecto es muy complicada. De momento, tan sólo se ha hecho la aprobación inicial y es preciso que la propia Autoritat Portuària lleve a cabo la aprobación definitiva del proyecto. Una vez que la institución portuaria tenga lista la aprobación definitiva, es requisito imprescindible que el proyecto definitivo cuente con el visto bueno del Ajuntament de Palma. En cualquier caso, los responsables de la Autoritat Portuària recordaron que la modificación del plan especial del puerto, con la ampliación del Moll Vell y la construcción de un nuevo edificio terminal de pasajeros, fue debatida por el consejo de administración de la Autoritat Portuària, donde recibió el visto bueno incluso de los representantes del Ajuntament de Palma.

Aunque en principio se mantiene el proyecto, los responsables de la Autoritat Portuària insistieron en que, del análisis de las alegaciones, se decidirá si se aceptan o no algunas modificaciones. La propuesta presentada por la Autoritat Portuària busca trasladar el tráfico de pasajeros desde el Moll de Peraires hasta el Moll Vell. Para ello es preciso acometer una ampliación de casi 60.000 metros cuadrados para permitir que atraquen un mínimo de seis barcos de grandes dimensiones. La principal preocupación tanto del Ajuntament de Palma como del Consell de Mallorca es el impacto que tendrá sobre la fachada marítima de Palma la construcción del nuevo edificio terminal de pasajeros y de una pasarela metálica elevada a más de seis metros de altura.