En los numerosos relevos que se hicieron en ambas marchas, participaron muchos niños.

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La Torxa 2002 cumplió con creces su objetivo. Aprofita la teva química, rezaba el lema, y "ése era el mensaje, aunque no escrito" combate la droga.
Cerca de trescientas personas "seguramente bastantes más" de distintas edades (la que más, una alemana de 84 años) de la mano de la Asociación de Deportistas Contra la Droga y del Ajuntament de Calvià, recorrieron dos tramos, haciendo entre ambos algo más de doscientos relevos (cada cien metros aproximadamente un relevo), portando una antorcha encendida en cada uno de ellos.

Unos habían partido desde Cas Català y otros desde Calvià, juntándose en la rotonda de Santa Ponça, a escasos trescientos metros de la meta, ubicada en una explanada a la vera del polígono de Galatzó, donde aguardaban la alcaldesa Margarita Nájera y Brabender, aunque nacido en Estados Unidos, gloria del baloncesto nacional y del Madrid, en cuyas filas militó durante muchos años, quienes dieron la bienvenida a los atletas "las dos antorchas entraron en el recinto portadas por otros tantos concejales", agradeciéndoles el esfuerzo realizado por la causa que no es otra que la de ponernos "sobre todo a los más jóvenes, según les recordó el ex madridista" en guardia contra la droga.

Tras los parlamentos, se entregaron unas antorchas a cada una de las asociaciones participantes en Torxa 2002, y, a continuación, se almorzó allí mismo a base de pa amb oli gegant.

Hay que agradecer a la policía de Calvià el modo como controló ambos recorridos, pues en ningún momento, a pesar de que los corredores y los coches que seguían a éstos ocupaban la totalidad del vial, no hubo atascos ni retenciones, puesto que el tráfico, aunque en según qué momentos de forma lenta, discurrió con toda normalidad durante el recorrido de la carrera.