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Souad el Hadri, presidenta de la Associació de Dones Immigrants de Valencia, impartió ayer una conferencia en el local de Entitats Ciutadanes de Palma, organizada por la Assemblea de Dones. Esta joven marroquí, residente en Valencia desde hace 5 años, habló sobre las ventajas del fenómeno migratorio, la mentalidad de la sociedad española ante el inmigrante y las dificultades laborales y sociales a las que se enfrentan, en particular, las mujeres. «Las inmigrantes somos las herederas del trabajo sumergido. Se tengan o no estudios, las mujeres están condenadas a trabajar en el servicio doméstico, sin contrato, sin prestaciones. Se encuentran con muchos obstáculos, el principal la mentalidad de rechazo al llegar a España», afirma.

Souad el Hadri criticó la reforma de la Ley de Extranjería y señaló que «España ha politizado mucho la inmigración. El Gobierno quiere asimilar al inmigrante, no integrarlo en la sociedad. Y si no se integran, quiere decir que la Ley de Extranjería es un fracaso». «No hay una política de inmigración "añade. Lo que hay es un control, no se piensa en el inmigrante como una persona con derechos. Creo que hay que evitar prejuicios por las dos partes, perjudican mucho». Refiriéndose al fenómeno migratorio, considera que «es muy beneficioso para cualquier sociedad, no hay nada mejor que una sociedad intercultural. Queremos los mismos derechos humanos en el espacio público y mantener nuestras tradiciones en el espacio privado».

Por último, la presidenta de Dones d'Immigrants en Valencia, se refirió a la cultura islámica y afirmó que «está mal juzgada ya de entrada. La cultura occidental quiere ser universal y su primer enemigo es la cultura del Islam. Por eso esta última reivindica su identidad. No existe una cultura pura y creo que debe existir un diálogo de igual a igual, cada uno con sus valores».