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Las obras de construcción del aparcamiento de Santa Pagesa incluyen unos cambios en su superficie que afectarán a la calle Blanquerna, en el tramo comprendido entre Francisco Molina y la calle Tizià. De hecho, terminados los 15 de meses del plazo de ejecución de las obras, ese tramo -más de 8.000 metros cuadrados de superficie- se convertirá en zona peatonal, aunque Ausiàs March (que atravesará la zona peatonal) mantendrá el tráfico rodado en su superficie.

La calle Blanquerna, en el tramo citado con anterioridad, mantendrá todos los árboles que dispone en la actualidad y el pavimento se sustituirá por adoquines similares a los de la Plaça de Cort. En el pasillo central de Blanquerna, según explicó Alvaro Gijón, gerente de la Empresa Municipal de Aparcamientos, se colocarán nueve parterres con flores de temporada, similares a los instalados en el Passeig de Mallorca, pequeños juegos infantiles y 20 bancos. Respecto al tipo de suelo, los adoquines son muy buenos porque absorven mucho el ruido de los coches».

En la entrada a la iglesia «quedará un espacio abierto para la celebración de las fiestas de la barriada y ceremonias religiosas. En frente de la iglesia quedará una mini plaza que será destinada a estos eventos», añade Gijón. Este aparcamiento, que contará con 708 plazas, de las cuales 528 serán para residentes, es el primero que se construye por el método inverso. «Se comienza por la cubierta y después se construye lo de abajo. Tiene la ventaja de que en cuatro meses se restituirá el tráfico en Ausiàs March, en el tramo comprendido entre Ramón Muntaner y General Riera. En junio comenzará la construcción de la cubierta. Ahora se está consolidando la estructura de arriba y se está realizando el pilotaje».