Hubo de todo. El primer día de cobro de la ecotasa transcurrió de
forma muy diversa en los hoteles de la zona norte de la Isla.
Mientras la mayoría apostó por cobrar directamente el impuesto a
los turistas y compensarles luego con algún tipo de bono de
consumo, también hubo quienes optaron por asumir el coste del
impuesto y no cobrárselo a sus clientes. Sólo una minoría decidió
cobrar el impuesto sin ofrecer compensaciones a cambio. Por otra
parte algunos establecimientos ayer no cobraron la ecotasa porque
no tenían listo el sistema de vales pero tienen pensado cobrarla a
partir de la semana próxima.
En Pollença, la mayoría de establecimientos hoteleros optó por
cobrar el impuesto. Asimismo lo hicieron los propietarios de las
viviendas vacacionales, en donde se concentran la mayoría de plazas
turísticas del municipio. Según fuentes de la asociación hotelera
de Alcúdia, «hay de todo: hoteles que cobran la tasa sin más, otros
que compensan con vales de consumo y algunos que no la cobran».
Esta misma variedad de fórmulas frente al cobro de la ecotasa se
registró en los hoteles de Muro y Can Picafort.
Así, en los establecimientos en donde se cobró la tasa
directamente a los turistas, los visitantes pagaron el impuesto
nada más llegar, en el mismo momento que realizaban los trámites
habituales de entrada. Al efectuar el pago, la mayoría solía firmar
un resguardo a través del que cedían al hotelero los derechos de
reclamación en el caso que el Tribunal Constitucional declare la
ilegalidad del tributo. En estos establecimientos, los turistas no
se quejaron a la hora de pagar, la mayoría ya venían informados. En
las recepciones y habitaciones podían leerse carteles informativos
en castellano y alemán, donde se hablaba de la ecotasa y de la
disconformidad de los hoteleros.
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