El plan territorial prevé un crecimiento urbanístico del 10 por
ciento en los próximos 10 años, aunque los municipios de Mallorca
más urbanizados serán «castigados» y obligados a reducir suelo.
El plan autoriza un crecimiento de 1.862 hectáreas, tal y como
establecen las Directrices de Ordenación del Territorio, aunque la
mitad de este incremento deberá destinarse a operaciones de
reconversión. En concreto, el proyecto regula que el 30 por ciento
del crecimiento se destine a la rehabilitación de zonas muy
congestionados y el 20 por ciento a equipamientos y zonas
verdes.
Además, los municipios podrán utilizar un 20 por ciento de
crecimiento urbanístico a compensar el aumento de población, aunque
el plan no contempla ningún tope demográfico. Algunos municipios de
Mallorca deberán experimentar un crecimiento negativo en los
próximos años. En concreto, Andratx, Marratxí, Banyalbufar,
Puigpunyent y Escorca tendrán que recalificar suelo urbanizable y
convertirlo en rústico.
El crecimento más alto se fija en es Raiguer, el Pla y Manacor.
Pollença, Alcúdia, Esporles, Bunyola, Santanyí, Son Servera,
Montuïri, Vilafranca, Manacor y Ariany deberán experimentar un
crecimiento moderado, y se congelará el incremento de suelo en
Palma, Valldemossa, Deià y Sóller. El plan mantiene la parcela
mínima en suelo rústico en 14.000 metros y prohíbe las
segregaciones para edificar viviendas unifamiliares, excepto en el
caso de las primeras herencias.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.