El Govern ha evitado el derribo de la caseta de peón caminero
ubicada en Palma, al principio de la carretera de Sóller. El Plan
Parcial del polígono de servicios de Son Rossinyol preveía
inicialmente la demolición de esta emblemática construcción para
ampliar los accesos a la carretera.
La intervención del Govern ha impedido su derribo. La Direcció
General de Patrimoni ha llegado a un acuerdo con los promotores del
polígono para conservar esta edificación a cambio de renunciar a
cualquier compensación económica o de terrenos. «El edificio no
está catalogado, así que podría haber desaparecido. Con este
acuerdo, la Comunitat no participa en los costes de la
urbanización», explica Antoni Garcias, director general de
Patrimoni i Entitats Jurídiques.
Además, la caseta de peón caminero recuperará su aspecto
inicial. Hasta hace poco, la casa estaba habitada en precario. Se
habían construido dos habitaciones más que han sido demolidas. La
caseta formará parte de la zona ajardinada del polígono Son
Rossinyol.
La finca tenía una extensión de 1.980 metros cuadrados, de los
que 128'25 metros corresponden a la casa. Ahora, la compentencia de
la caseta está en manos del Consell -pasó con las transferencias de
carreteras-, que aún no ha decidido la utilidad que dará a estas
edificaciones.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.