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La sectorial de Caza de la organización agraria Asaja-Balears mostró ayer su indignación por el «irracional» incremento de las tasas correspondientes a los cotos de cazas que ha impuesto la Conselleria de Medi Ambient «sin informar a nadie del sector y casi con nocturnidad y alevosía». De esta forma, y a través del secretario general, Biel Company y el responsable de la sectorial de Caza, Antoni Mas, la organización critica que se hayan modificado los criterios para calcular la cuantía de los tributos y que este cambio implique que los aficionados tengan que pagar entre un 200 y un 500 por ciento más que en ejercicios anteriores.

«Antes los gestores y asociaciones que disfrutan de un coto pagaban según las posibilidades de caza que existían en la zona ahora los criterios se centran en la cantidad de hectáreas de la finca independientemente de que existan muchas o pocas posibilidades de capturas», señala Company. El secretario de Asaja asegura que en los últimos días han recibido decenas de llamadas de socios y aficionados que se queja de la medida y, a modo de ejemplo, señala que si antes un aficionado pagaba 6.000 pesetas ahora, tras la subida, puede llegar a pagar hasta 40.000 pesetas.

Desde la organización agrícola se defiende la actividad cinegética como una alternativa «o actividad complementaria» para conseguir la rentabilidad en el mundo rural y pidió al departamento de Rosselló «que recapacite y que, en un futuro, tenga en cuenta a los afectados a la hora de tomar decisiones de este tipo». La subida de tasas tampoco ha sido bien recibida en el seno de la Oficina de Caza dependiente del Consell Insular. En este sentido, fuentes de la oficina aseguraron que el aumento «no está justificado» y que, en su opinión «responde al afán recaudador de Rosselló y su gabinete».

Las mismas fuentes se mostraron muy críticas con la actitud de la conselleria que, señalaron, «tiene las competencias en materia de caza y no escucha nuestras demandas y no ha tomado ninguna medida beneficiosa para el sector ni para los aficionados». Como contrapunto las fuentes destacaron la actitud del Consell Insular que «sin tener las competencias no sólo nos ha permitido crear la oficina sino que nos ha respaldado aportando soluciones novedosas». A juicio de los representantes del sector esta medida «que se ha puesto en marcha sin hablar con nadie» no beneficia una gestión sostenible del entorno natural al mismo tiempo que recuerdan que su objetivo es revitalizar los lazos de unión entre la caza, mundo rural y medio ambiente.