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«La Serra de Tramuntana de Mallorca exige una figura de conservación más fuerte de la que tiene», afirmó ayer el catedrático de Ecología del Departamento de Biología de la Universidad de las Islas Baleares, Miquel Morey. El profesor impartió en la Universitat la conferencia «Funciones de los espacios protegidos», un acto enmarcado en el ciclo Ciencia y Sociedad, organizado por la Facultad de Ciencias de la UIB.

En su charla, Miquel Morey enfatizó «la importancia que tienen los espacios protegidos para cualquier sociedad, no sólo por la preservación de la naturaleza, sino como parte fundamental de la gestión del territorio para que éste pueda llegar a ser sostenible».

Aunque reconoció que «la situación ideal de cualquier territorio sería que no existieran los espacios protegidos, que no hicieran falta», también aseguró que «esto es una utopía, imposible de llevar a la práctica». En Baleares, consideró, «andamos cortos de espacios protegidos» y, por ejemplo, se mostró partidario de la protección de Els Amunts d'Eivissa, en la sierra norte, «una zona de una belleza humilde y sencilla que sería una lástima que se estropease por un turismo mal entendido».

Con igual intensidad, el profesor se esforzó en aclarar «que la figura del espacio protegido no supone que éste pase a ser una zona preservada, sino que busca y necesita la presencia del hombre y que se estimulen la realización de prácticas relacionadas y acordes con la naturaleza».