La Asociación de Constructores de Balears denuncia la actitud de
los ayuntamientos turísticos de Mallorca de prohibir el movimiento
de tierras, demoliciones, utilización de maquinaria (palas
picadoras, compresores, etc.), ocupación de vía pública
(zanjas),vehículos pesados y realización de estructuras de
edificios durante la época estival, entre junio y septiembre,
«circunstancia que este año va a afectar negativamente a unas 300
empresas y a más de 5.000 trabajadores en una año tremendamente
delicado para esto sector en Mallorca y resto de Islas», puntalizan
desde la patronal de construcción.
Los ayuntamientos intentan con esta medida evitar el impacto de
los ruidos en zonas turísticas y en zonas próximas a los hoteles y
apartamentos, «pero en los últimos años esta medida se ha hecho
extensiva a todo el municipio, circunstancia que provoca una
distorsión en la actividad de un sector de la construcción, que
afecta sin duda alguna a su cuenta de resultados y proyección
empresarial, dado que se trata de empresas pequeñas y
especializadas con un margen de maniobra muy limitado y que
necesitan trabajar a diario para poder subsistir». La patronal de
construcción añade que los municipios, «prohíben el uso de toda la
maquinaria que provoca ruido, pero curiosamente la maquinaria que
se utiliza está homologada por la Unión Europea, que no impide esta
actividad en los países comunitarios, dado que sólo pone límites de
horario, los cuales deben ser pactados entre empresas afectadas y
ayuntamientos».
Si las administraciones locales de la Isla continúan con esta
prohibición, la Asociación de Constructores de Balears propone la
creación de la figura de fijos discontinuos en el sector de la
construcción por la limitación de actividades existente en gran
parte de los municipios entre mayo-junio y septiembre. «Ninguna
institución consultada ha sabido especificarnos realmente quién
tiene la competencia para regular esta cuestión, ni Consell Insular
de Mallorca ni el propio Govern, lo cual genera malestar y la
sensación de que se fomenta la piratería para poder realizar obras.
Pedimos que una administración competente supramunicipal homologue
el mapa de obras en los meses de verano y diga qué actividades son
molestas».
La patronal puntualiza que las restricciones de obras en
municipios turísticos se inició a finales de los 80, «pero a medida
que han ido pasando los años, se han adoptado actuaciones similares
en municipios del interior de la Isla». Calvià, Andratx, Felanitx,
Santanyí, Capdepera, Manacor y Pollença son algunos de los
ayuntamientos que tienen regulada de forma restrictiva todo lo
concerniente al movimiento de tierra, demoliciones, estructuras y
cimentaciones de edificios entre mayo y octubre, aunque el período
de prohibición varía de un municipio a otro. Así, hay ayuntamientos
que comienzan esta especie de moratoria desde Semana Santa y
prolongan la prohibición de emisión de ruidos hasta octubre. «Lo
único que se pide es que los responsables atiendan nuestras
demandas y procuren limitar los horarios de actuación, tal y como
sucede en Europa», afirman las mismas fuentes.
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