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El conseller de Agricultura i Pesca, Mateu Morro, expresó ayer su más absoluto rechazo a la reforma de la política pesquera común propuesta por la Comisión Europea y criticó especialmente la posibilidad de que se eliminen las ayudas para la modernización de la flota.

Tras participar en la reunión del Consejo Pesquero de Balears, Morro rebatió las tesis del comisario de Pesca de la Unión Europea, Franz Fischler, y afirmó que es posible modernizar los barcos pesqueros y garantizar simultáneamente los recursos naturales, ya que las administraciones pueden establecer medidas protectoras de la fauna marina. Según fuentes de su departamento, el conseller resaltó la importancia para el sector pesquero balear de las ayudas europeas, ya que los barcos con base en el archipiélago tienen una antigüedad media de 30 años.

Asimismo, aseguró que las subvenciones para la construcción de nuevos barcos no incentivan al aumento de la flota, ya que los perceptores de estos fondos deben dar de baja un buque para poder fabricar otro, que, además, debe tener el mismo tonelaje que el que se retira. Morro apuntó también que el posible aumento de la capacidad pesquera que conlleva la modernización de los barcos se compensa con la línea de ayudas para el abandono definitivo de esta actividad, programa que en Balears ha permitido la eliminación del 20 por ciento de la flota de arrastre entre los años 1994 y 2001.

La mayor parte de los expedientes de ayudas aprobados en 2001 (54 de 94) correspondieron a la línea de modernización y construcción de barcos, que contó con 762.00 euros, mientras que los expedientes para la retirada definitiva de la actividad fueron 27. Además, Morro anunció la intención de su departamento de establecer, antes del 2003, una reserva marina de 89 kilómetros cuadrados en Cala Rajada.