El conseller de Treball i Formació, Eberhard Grosske, se manifestó
ayer a favor de que la Administración autonómica cuente con un
cuerpo de inspección propio para aumentar la prevención de la
siniestralidad laboral.
Grosske aseguró ayer, en rueda de prensa, que la responsabilidad
respecto al cumplimiento de la normativa de seguridad laboral
corresponde de «manera fundamental» a los empresarios, que «tienen
la obligación de crear empresas seguras».
Grosske apuntó ayer que, al igual que «no cabría en la cabeza de
ningún empresario» no establecer medidas para evitar los robos en
sus negocios, igualmente deben controlar y velar por la seguridad
de sus contratados. Por ello, los empresarios deben integrar estos
gastos en sus costes de producción, al igual que hacen cuando deben
hacer frente a los seguros contra incendios o a asesorías
fiscales.
Este planteamiento del conseller es una de las conclusiones a
las que se ha llegado en el 'XVI Congreso Mundial sobre Salud y
Seguridad Laboral en el Trabajo' que se ha celebrado en Viena
(Austria) y al que han asistido el conseller de Treball y la
directora del Institut de Salut Laboral de les Illes Balears
(ISLIB), Carme Font.
El conseller Grosske reivindicó un cambio en la actual normativa
estatal de seguridad laboral, aprobada en 1995, y propuso entre
otros asuntos el establecimiento de la figura del «coordinador de
obra» para dedicarse de manera exclusiva al control de la seguridad
en las construcciones.
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