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En los últimos años los centros escolares de Mallorca han visto incrementada la asistencia de niños de otras nacionalidades en los distintos cursos, de forma que hoy en día el alumnado está integrado por niños de culturas muy diversas. Durante esta semana algunos colegios públicos, como Camilo José Cela y Santa Isabel, de Palma, han organizado fiestas interculturales con el ánimo de dar a conocer a todos las raíces de cada uno.

Ambas fiestas contaron con muestras realizadas por los alumnos de la perfecta convivencia escolar que llevan los niños, a pesar de no hablar el mismo idioma y de proceder de culturas tan distantes. La educación "que incide en valores como la tolerancia" permite a estos niños verse como iguales pasando por encima de detalles como el color de piel, rasgos físicos, tradiciones, religiones o gastronomía. Niños de Argentina, Bolivia, Bielorrusia, Ecuador, Portugal, Polonia, Ucrania, Marruecos, China, Venezuela... festejaron ayer una ejemplar fiesta de convivencia. En el colegio Santa Isabel, las mamás de los alumnos prepararon platos típicos de cada lugar, se escuchó música de cada país y los niños realizaron trabajos manuales y dibujos.

En el colegio público Camilo José Cela, del Polígono de Llevant, los niños llevaron trajes típicos y trabajaron en la creación de obras de teatro, cuentos y aportaron figuras, instrumentos musicales o detalles que identifican perfectamente esa diversidad de culturas. En este centro, Antonio Villalva es un muchacho de 10 años de Bielorrusia, quien junto a Kevin, un chaval africano, ha ganado el primer premio de un concurso de dibujo a nivel internacional bajo el lema «Sueños para el planeta». En definitiva, Mallorca se ha convertido en un lugar donde el mundo vive en paz.