Jueces, fiscales y abogados de toda España homenajean a Miguel Miravet

Militante del Partido Comunista, defensor a ultranza de los ideales democráticos, fustigador incansable del franquismo, tuvo tiempo, antes de su muerte, de apoyar una iniciativa inédita hasta entonces en el Derecho Penal Internacional: la solicitud de extradición de los dictadores Augusto Pinochet (chileno) y Jorge Videla (argentino). Muchos vieron en esa iniciativa «una fantasmada», según recordó el fiscal jefe de Barcelona, José María Mena, que también se sumó al homenaje, pero al final, el tiempo colocó a cada uno en su sitio. Hubo personas que ayer se emocionaron al evocar su recuerdo, como el fiscal jefe en funciones de Balears, Ladislao Roig, quien calificó su misión de moderar el acto de homenaje a Miguel Miravet como «uno de mis mayores orgullos en casi 50 años de vida».

Tras las palabras del decano del Colegio de Abogados de Balears, Joan Font, quien glosó la figura de Miravet, sonaron en la sede colegial los acordes de una canción del cantautor catalán Raimon, que puso los pelos de punta a más de uno. Fue, en definitiva, una mirada nostálgica a 25 años de historia de España y a quienes, como Miguel Miravet, se comprometieron de forma férrea en la defensa de la libertad. Por ello, el Grupo Parlamentario Socialista anunció a los organizadores del homenaje que iba a proponer que una calle de Palma llevara el nombre de Miguel Miravet.

En el estrado estuvieron Tomás Vives, vicepresidente del Tribunal Constitucional, Fernando Ledesma, ex ministro de Justicia y magistrado del Tribunal Supremo (TS), José Antonio Martín Pallín, magistrado del TS, José María Mena, fiscal jefe del TSJC, Joan Font, decano del Colegio de Abogados, Ladislao Roig, fiscal jefe en funciones de Balears, Clemente Auger, magistrado, Antonio Maria Thomas, periodista, Manuel Cámara, senador, Gabriel Garcías, abogado y profesor de la UIB e Ignasi Ribas, abogado.