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C. CANALS/S.C. La rehabilitación de los pacientes que han sufrido un infarto en el corazón es la «pata coja» de la cardiología, según el doctor Bernat Nadal Ginard, profesor en el prestigioso New York Medical College.

El doctor mallorquín no descalifica la prevención "constata un bajón en la incidencia de los infartos «sin que nadie sepa porqué»" sin embargo apuesta por incrementar los tratamientos destinados a la regeneración de las células cardíacas. En un plazo de tres a cinco años, habrá datos clínicos objetivos para saber si el sistema defendido es viable.

El doctor Nadal leyó ayer la conferencia inaugural del II Congreso Iberoamericano de Rehabilitación Cardíaca y Prevención Secundaria, que hasta el próximo sábado se celebra en Palma. El prestigioso cardiólogo defiende la tesis "muy extendida en la actualidad" que las células cardíacas se regeneran como las de cualquier otro órgano del cuerpo humano, «y posiblemente mejor que las del cerebro»; es posible, en consecuencia, favorecer su reproducción de manera parecida a cómo se hace, desde hace tres décadas, con la propia sangre.

El procedimiento «está al alcance de cualquier laboratorio de cateterismo», dado que la técnica se limita a insertar moléculas citoquinas "generadores" en el tejido, de manera que producen células cardíacas operativas. No es necesario extraer una célula para cultivar en el laboratorio durante un tiempo "en que puede ser expuesta a un virus" y reinsertarla; la inyección directa de citoquines puede hacer el servicio.

El problema, según el doctor Nadal, es el seguimiento de esta técnica que ha mostrado su bondad en la experimentación con animales de laboratorio. En este caso, puede observarse la regeneración celular mediante la marca del ADN, de manera que se observa la regeneración del tejido cardíaco.