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La aprobación de una moratoria en suelo rústico en el pasado mes de enero provocó, como efecto colateral, un aumento espectacular del número de peticiones para urbanizar en suelo rústico. Tan sólo en el primer mes del año, el Consell de Mallorca recibió 104 peticiones para construir una vivienda unifamiliar en suelo rústico. El número de peticiones totales ha sido tan grande que, durante los seis primeros meses del año, el Consell ha tramitado 446 peticiones, de las que se han autorizado 256. Si se mantiene este ritmo durante lo que queda de año, 2002 puede convertirse en un año récord en cuanto a número de peticiones, por detrás tan sólo de 1999.

El récord marcado en enero ya no se ha repetido durante el resto del año. En febrero las peticiones bajaron un 40 por ciento y llegaron a 61. Marzo supuso un nuevo repunte en el número de peticiones, ya que se alcanzaron las 95. A partir de ese mes, la situación se normaliza con 66 peticiones en abril, 63 en mayo y 57 a lo largo del mes que hoy concluye. Estas 446 peticiones totales se han traducido en 256 autorizaciones. Si se mantiene este ritmo, el año puede acabar con un total de 512 autorizaciones; es decir, 52 viviendas más de las 450 anuales que marcaba la moratoria que no llegó a ratificarse en el pleno y que, según PSM y EU-EV, sigue estando vigente.

Desde el año 1990 y hasta el mes de junio de este año, el Consell ha autorizado la construcción de 5.380 viviendas unifamiliares en suelo rústico, con capacidad para acoger a 16.050 habitantes, es decir, la misma población de municipios como Felanitx. A esas más de 5.000 viviendas hay que sumar las más de 800 peticiones que todavía tiene en trámite el Consell, que pueden incrementar la cifra en unas 400 viviendas más, tan sólo se si tienen en cuenta las viviendas construidas legalmente.