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El Comité Ejecutivo de la Red Internacional para la Paz y el Respeto de los Derechos Humanos en Burundi (RIB) se reunió ayer en Palma para analizar la situación que vive actualmente este país africano y sus perspectivas de futuro. Los miembros del comité, con Jaume Obrador como vicepresidente, afirmaron que «Burundi es víctima de una indiferencia y olvido generalizado» y que «no existe un control de las ayudas internacionales que se realizan a través del gobierno de dicho país. La distribución de las ayudas se hace de forma irregular y sin equidad».

La comisión hace un llamamiento para «presionar al gobierno para que cumpla su misión de paz», un objetivo que pasa necesariamente por el contacto directo entre el país y las organizaciones internacionales e instituciones que trabajan en favor de la democracia en Burundi. «Burundi necesita ser visitado porque da una esperanza que muchas veces no existe. Burundi no tiene intereses estratégicos ni políticos como para convertirse en el centro de atención del mundo. El desinterés lo detectamos todos y entre todos tenemos que promocionar la paz en un país que se encuentre en un estado de transición hacia la democracia».