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La gracia y el buen hacer de los alumnos de la Escuela de Danza de Olga Zamora pusieron ayer el punto final a los tres días de exhibición que ha acogido el Teatre Municipal de Palma para cerrar el curso. Sobre el escenario evolucionaron bailarines de todas las edades, mostrando a un público entusiasta "formado por familiares y amigos «armados» con cámaras de vídeo" lo que han aprendido a lo largo de estos últimos meses. Desde el desparpajo y la naturalidad con que los más pequeños se introducen en el bello arte de la danza hasta el esfuerzo y la disciplina que ya destilan las más mayores, el teatro acogió ayer toda clase de ritmos y de estilos, con un denominador común: el musical.

Aunque la velada comenzó con melodías de actualidad, como algunas canciones de 'Operación Triunfo', el espíritu de Broadway se adueñó pronto del escenario. Coreografías basadas en musicales ya míticos, como «The rocky horror show», «All that jazz», «Saturday night fever», «Grease», «La bella y la bestia» o «Víctor o Victoria», llenaron de música y movimiento al más puro estilo americano el teatro, mostrando unas facultades propias de una compañía profesional, con evoluciones muy bien coordinadas y un vestuario muy ingenioso.